Aunque la mayoría de la gente puede saber cuándo está de “buen” o “mal” humor, los estados de ánimo son mucho más matizados e influyentes de lo que la mayoría de la gente cree.
Cuando se trata de trabajar con éxito con los demás y lograr lo que nos importa lograr, nuestro estado de ánimo (y el estado de ánimo de las personas que nos rodean) son absolutamente cruciales. Dependiendo de los estados de ánimo en los que nos encontremos, podemos o no estar inclinados a colaborar con otros y podemos ver o no posibilidades para hacernos cargo de lo que nos importa.